Nuestros grifos están fabricados en acero inoxidable AISI 316L que asegura una duración prolongada, un acabado sin variaciones y un mantenimiento fácil.
CÓMO LIMPIARLOS
Lave las superficies de acero inoxidable con agua templada con jabón, enjuague con abundante agua y seque con un paño suave y limpio, en la dirección del pulido original, cada vez que los use.
Los residuos de cal se forman sobre todo en las esquinas y en las uniones. Para eliminarlos le recomendamos un detergente delicado con base cítrica. No rocíe el detergente directamente sobre la zona, use un paño.
En caso de manchas de cal o cercos es útil limpiar la superficie con vinagre caliente o con alcohol desnaturalizado; a continuación, enjuagar con abundante agua y secar con un paño suave y limpio siguiendo la dirección de pulido original.
Si hay cal depositada en el filtro, sumérjalo en agua caliente con un poco de detergente, (1/3 de vinagre – 2/3 de agua), los depósitos de cal se disolverán al cabo de unos diez minutos.
Si encuentra cualquier mancha de óxido en una superficie de acero inoxidable se debe a agentes externos.
Si desea eliminar las manchas de óxido de sus productos, le recomendamos utilizar detergentes a base de ácido oxálico.
Para eliminar las manchas más difíciles del acero inoxidable, use siempre detergentes delicados y no abrasivos y cuando termine, enjuague bien el detergente que haya quedado.
QUÉ ES LO QUE NO DEBE HACER
Evite usar productos detergentes con sustancias abrasivas a base de cloro, tipo lejía, ácido clorhídrico (salfumán), descalcificadores, etc.
No use instrumentos que contengan hierro, estropajos de aluminio, cepillos o raspadores de acero.
No use nunca espumas abrasivas, cepillos o paños de microfibra.
No deje trapos o esponjas empapadas de detergentes, apoyados en las superficies de acero inoxidable.
No deje nunca envases o frascos abiertos de detergentes o de otro tipo de productos químicos ácidos cerca de los grifos: las emanaciones podrían oxidar el acero inoxidable o incluso causarle corrosión.